2 octubre 2020, martes de la XXVI semana del T. O. – Santos ángeles custodios – Puntos de oración

En este día de los Santos Ángeles Custodios, me gustaría compartir con vosotros unas palabras de nuestro querido Papa Francisco, las cuales nos dedicó un día como hoy de hace seis años… Las he leído y ponderado, y creo que pueden hacernos un gran bien a todos si las oramos... Vamos con ellas.

“El ángel custodio existe, no es una doctrina fantasiosa, sino un compañero que Dios nos ha puesto en el camino de nuestra vida.

“Todos nosotros, según la tradición de la Iglesia, tenemos un ángel con nosotros, que nos custodia, nos hace sentir las cosas. Cuántas veces hemos escuchado: ‘Pero esto debería ser así, esto no va, debes estar atento: ¡tantas veces! Es la voz de nuestro compañero de viaje. Estar seguros de que él nos llevará hasta el final de nuestra vida con sus consejos..., y por eso dar escucha a su voz, no rebelarnos. Porque la rebelión, las ganas de ser independiente, es una cosa que todos nosotros tenemos; es la soberbia, la que tuvo nuestro padre Adán en el Paraíso terrenal: la misma. No te rebeles: sigue sus consejos.

“Nadie camina solo y ninguno de nosotros debe pensar que está solo” porque “este compañero dijo el Papa está siempre…

“Y cuando nosotros NO queremos escuchar su consejo, escuchar su voz, es como decirle: ‘¡Pero, vete, vete!’. Echar al compañero del camino es peligroso, porque ningún hombre, ninguna mujer puede aconsejarse a sí mismo… Yo puedo aconsejar a otro, pero no puedo aconsejarme a mí mismo… Está el Espíritu Santo que me aconseja, está el ángel que me aconseja. Por eso tenemos necesidad. Esta no es una doctrina sobre los ángeles un poco fantasiosa: no, es realidad. Lo que Jesús, lo que Dios ha dicho: ‘Yo envío un ángel ante ti para custodiarte, para acompañarte en el camino, para que no te equivoques…

El Papa Francisco concluyó su homilía diciendo:

“Yo, hoy, haría la pregunta: ¿cómo es mi relación con el ángel custodio? ¿Lo escucho? ¿Le digo buen día, a la mañana? ¿Le digo: ‘custódiame durante el sueño? ¿Hablo con él? ¿Le pido consejo? Él está a mi lado.

Esta pregunta podemos responderla hoy, cada uno de nosotros: ¿Cómo es mi relación con este ángel que el Señor ha enviado para custodiarme y acompañarme en el camino, y que ve siempre el Rostro del Padre que está en los cielos?”

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