18 enero 2015. Domingo de la segunda semana de Tiempo Ordinario (Ciclo B) – Puntos de oración

Nos ponemos en la presencia del Señor en esta mañana de domingo y hacemos un acto de amor grande hacia este Dios nuestro que nos quiere tanto.
Hoy tenemos dos grandes motivos que nos pueden hacer reflexionar: por un lado las sugerentes lecturas de la misa de hoy y por otro el comienzo de estos 8 días de oración por la unidad de todos los cristianos.
Dios sigue llamando hoy de muchas maneras, y hasta se hace el encontradizo en cualquier situación para que oigamos esa llamada. Estoy totalmente seguro que todos los que estáis leyendo estas reflexiones habéis sentido la llamada de Dios en algún momento de vuestra vida: algunas veces no las sabemos entender, como el pequeño Samuel y otras hemos rehuido esa llamada por el miedo que nos daba.
Dios, cuando llama, es porque está seguro de nuestra vocación; y además NUNCA se arrepiente. Por eso la vocación nunca se pierde, se puede enquistar y hasta parece que Dios se ha olvidado de mí; pero no es cierto: siempre estamos en la mente de Dios y guía cada momento de nuestra vida.
Esta vocación, esta llamada puede ser a la vida consagrada; pero la mayoría de las veces es una vocación a la santidad a través de la consagración mediante el Bautismo que todos hemos recibido. Por ello ser santos en el lugar donde Dios nos ha puesto es cumplir la voluntad de Dios, sea en el sacerdocio, en la vida consagrada o en el matrimonio.
Déjate seducir por la llamada de Cristo en este rato de oración; escucha su voz y que te invita a seguirle de cerca: “venid y lo veréis”, y pasaron con Él todo el día.
Por otra parte hoy comienzan los ocho días que la Iglesia dedica a rezar para que se logre la unión de todos los cristianos. Te invito, no sólo a rezar, sino también a ofrecer un sacrificio diario por esa ansiada unidad.

Algunos de vosotros, este próximo verano, vais a vivir una experiencia en tierras de Gales. Os invito a rezar para que el fruto de unidad se logre en esas tierras, que podamos rezar junto a los católicos y a los demás cristianos que viven allí.

Archivo del blog