27 enero 2015. Martes de la tercera semana de Tiempo Ordinario – Puntos de oración

Vamos a empezar la oración de hoy con la frase con que nos gustaría acabar: “Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad”.

Eso es, desde el principio queremos estar totalmente entregados a Dios, a su voluntad. No podemos andar con medianías a estas alturas del partido. Quien más, quien menos, lleva ya unos añitos haciendo oración, y seguro que casi todos hemos hecho ya los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, y allí le dijimos al Señor que militaríamos bajo su bandera. Le dijimos que podía tomar y recibir toda nuestra libertad, nuestra memoria, nuestro entendimiento, y toda nuestra VOLUNTAD… ¡Ahí estamos ahora!

Por tanto la oración no es para ver si nos decidimos a ofrecernos a hacer su voluntad, a ver si nos conviene. Nosotros ya hemos hecho esa opción, y hoy nos queremos dedicar a recordárselo a nuestro Señor y a gozarnos con esa decisión.

Sí, hemos fichado por un gran equipo. El mejor. Hoy día, que casi ninguno de los hombres –sean jugadores de fútbol o no-, son fieles a sus colores, nosotros no vamos a dudar de nuestra elección, porque hemos escogido, no la mejor parte, sino todas las partes, el Todo.

Oración la de hoy, para escuchar de los labios de Jesús esas palabras directas que dijo a la gente sentada a su alrededor: “El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre”. Ahí es nada, somos la familia de Jesús cuando cumplimos su voluntad.

Y una vez hecha esta afirmación, si quieres un poco de fanfarronada (“Aquí estoy yo…”), pasemos durante un rato de la oración a la parte B, a la del realismo y la humildad: “Señor, tú sabes que no valgo nada sin ti, que a veces tengo miedo y que me siento inseguro, dame la fuerza para conseguir ese gran deseo de mi corazón que es cumplir tu santa voluntad”.

Si te ayuda puedes escuchar la canción que va en archivo adjunto:

Más allá de mis miedos,
más allá de mi inseguridad,
quiero darte mi respuesta.
Aquí estoy para hacer tu voluntad,
para que mi amor sea decirte sí
hasta el final.

En mi Getsemaní

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