9 enero 2015. Viernes después de la Epifanía – Puntos de oración

I. Esta historia no se encuentra en S. Lucas, pero sí en S. Juan (6,15-21), aunque este evangelista la relata a su manera, en los puntos esenciales los tres relatos (Mt. Mc. Jn.) coinciden. Sin embargo, sin entrar en conflicto los unos con los otros, cada evangelista hace su propia contribución.

A. S. Mateo:

    1. Es el que describe la tormenta de forma más vivaz.
    2. Es también el único que narra la historia de la aventura de Pedro sobre las aguas…
    3. Y afirma, que al final de todo el acontecimiento, los discípulos confiesan que Jesús es el “Hijo de Dios” (14,33).

B. S. Juan:

  1. Menciona la razón, o una de las razones, de por qué Jesús se retiró al monte. Fue el hecho de que la gente intentara tomarle por la fuerza para hacerle rey (6,15).
  2. Dice que los discípulos iban en dirección a Cafarnaúm (6,17)
  3. Es Juan quien nos dice que alguien que más tarde se revela como Jesús se apareció a los navegantes, después de avanzar como “veinticinco o treinta estadios”
  4. Cuando supieron quién era, le recibieron en la barca, después de lo cual arribaron enseguida.

C. S. Marcos:

  1. Hace su propio aporte. Jesús envió a sus discípulos a Betsaida y Genesaret.
  2. La barca se hallaba “en medio del mar” cuando estalló la tempestad.
  3. Jesús vio a los discípulos “hacer grandes esfuerzos con los remos” y “estaba por pasarlos de largo”.
  4. Habló “con ellos”.
    1. El milagro dejó a los discípulos “sobremanera asombrados”.

II. Ponderemos ahora algunas de las ideas que se pueden desprenden del texto:

A. “Y después de despedirse de ellos, se retiró al monte a orar.”

    1. Un exegeta comenta que “uno de los propósitos de Jesús al venir a este mundo fue, en parte, “desplazar el legalismo por el espíritu de una vida verdadera” y “la oración pertenece a la esencia de esa “vida verdadera”.
    2. La escena del Señor orando en la noche por sí mismo y por los demás, según su costumbre (cf. Jn.17), no puede separarse de la escena de los discípulos en medio de la tempestad…

B. “Viendo el trabajo con que remaban, porque tenían viento contrario, a eso de la madrugada, va hacia ellos andando sobre el lago, e hizo ademán de pasar de largo.

    1. La divina disposición de los sucesos no elimina en manera alguna las acciones humanas.
    2. La elección no es incompatible con el esfuerzo (ver Fil.2,12,13; 2Ts.2,13)
    3. Jesús siempre nos da la oportunidad de invitarle a entrar en nuestra vida, sea en momentos de gozo o de sufrimiento…
    4. Aquí se nos muestran de modo particular los atributos de nuestro Señor:

a. En primer lugar se aprecia su conocimiento: les vio a través de y a pesar de la oscuridad… Relación íntima entre naturaleza humana y divina de Cristo.

b. En segundo lugar se aprecia su poder. Quien calma las olas puede también caminar sobre ellas…

c. Y en tercer lugar su amor. Aquellos hombres no eran perfectos, pero no obstante, su compasión es tan tierna, su afecto tan paternal, que no existe oscuridad ni tempestad ni olas que puedan mantenerle alejado de aquellos que ama.

III. Ahora sigue tú desarrollando el siguiente versículo en tu oración de hoy…

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