En este año teresiano, al iniciar mi tiempo de oración pienso lo que decía Teresa para ella sobre la oración:
‘Para mí la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada al cielo, un grito de agradecimiento y de amor en las penas como en las alegrías.’
Según parece, los padres de Ildefonso, que se llamaban Lucía y Esteban eran estériles. Vivían en la noble ciudad de Toledo. Lucía un día que se encontraba sola, pidió con fervor a la Virgen María que le concediera un hijo y se lo consagraría al culto de su Hijo y a la propagación de sus virtudes. La buena esposa fue escuchada y el Señor le concedió, poco después, este niño a quien pusieron por nombre de Ildefonso, que fue un presagio ya que significa: dichoso y feliz… y todo eso sería Ildefonso y haría a los suyos. Fue educado en las verdades cristianas y, sobre todo, Lucía infundió en el corazón del pequeño Ildefonso una tierna y filial devoción a la Virgen María de la que sería luego su paladín. Los biógrafos de la época decían que “Era de gran estatura, temeroso de Dios, grave en el andar, muy religioso, modesto, afable, piadoso y siempre complaciente menos en el pecado; favorecido con muchas gracias de inteligencia, elegante en la expresión, persuasivo en la predicación, celoso por la salvación de las almas y entregado al amor de Dios y a la Virgen María.”
Su padre tenía puestos los ojos en él y confiaba en que sería uno de los hombres más influyentes en la ciudad. Quiso entrase a formar parte de la vorágine de la juventud y tratar con las familias más acomodadas o famosas de la ciudad. No pensaba lo mismo Ildefonso ya que pronto le manifestó a su padre el deseo de entregarse al Señor. Un día huyó de la ciudad y se dirigió a Agalí donde había un Monasterio de monjes y pidió ser admitido como religioso para entregarse al Señor y a la Virgen María… Pronto lo nombraron Abad del Monasterio. Por más resistencia que puso no pudo evitarlo. En el año 657 moría su tío San Eugenio dejando vacante la sede arzobispal de Toledo. Le nombran obispo en 657. Fue un gran pastor. Propagó mucho la devoción a la Virgen María. Se le apareció y le entrego una casulla por todo lo bien que había hablado de ella. Murió el 23 de enero del 667 al contemplar a la Virgen en el cielo.
Pido a Jesús que me ayude a ser fiel a mi alianza, a nuestro compromiso en la vida.
- La misericordia y la fidelidad se encuentran.
- Ver el llamamiento de Jesús a los apóstoles. Como era cada uno y Jesús confía en ellos. Ver cómo he sentido la llamada. ¿Cómo le conocí? ¿Cómo continúo siendo su discípulo? ¿Cómo le sigo?
- Con alegría. Doy gracias. Pido su ayuda.
- ¿Cómo le siguió San Ildefonso? ¿Cada uno de los santos? Pido en este rato para que haya seguidores de Jesús.
- Pido por la paz en los corazones. La paz y unidad de los cristianos en esta semana de unidad. Tantos conflictos en el mundo.
- Pido luz para ver si soy capaz de hacer algún acto para mejorar la paz.
- Porque Dios quiere la paz aunque no nos deje en paz.