La oración de hoy del Magníficat comienza recordándonos: “¡Alabad al Señor... aclamadlo...!”seguida del himno:
“Mira los aires, alma solitaria,
alma triste que sola vas gimiendo.
Asciende, sube. Amor te espera.
La cima es alta. Escaso, el aparejo.
Aleteante, temblorosa y blanca,
te veo subir con retenido esfuerzo.
Hoy llega el sol donde hasta ayer la luna.
Llega la luna donde ayer el cierzo.
Al fin la vida con luz se aclara.
Al fin la muerte con la Luz ya se ha muerto.
¡Cantan las cumbres y los valles!
¡Cantan los siempre vivos a los nunca muertos!
Cara con cara junto a Dios, escuchas
vibrar los aires y vivir los sueños.
Vida con vida, luz con Luz amada,
y cielo, humano, en el amor, con Cielo.
Bajar la luz de amor, la luz de vida,
lenta en los aires minuciosos siento.
Fundida luz de Dios con luz del alma.
Qué claridad de pronto. Qué silencio. Amén.”
Precioso himno para saborear con calma cada frase, llena de esperanza; que nos entre en lo hondo de nuestro corazón para pedir por nuestros allegados sin fe, sin esperanza, y poder transmitirles, al igual que en la canción de Martín Valverde: “No te rindas; eres lo más maravilloso que hay en este mundo gris”.
Y con el aleluya entonaremos “Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero”
Dejémonos iluminar por Dios, para ver mejor nuestras manchas y poder limpiarnos bien.
María, que esta Luz nos haga sencillos como Tú, para poder amar en el sufrimiento, para saber sufrir por quienes amamos. Tú sabes que quien mucho ama, mucho sufre; y has conocido el Amor infinito de tu Creador.