19 mayo 2018. Sábado de la VII semana de Pascua – Puntos de oración


Me pongo en presencia de Dios, invoco a Espíritu Santo y preparo su fiesta
Pedro sabía que el Maestro sentía especial cariño hacia otro discípulo, destacado por su fidelidad, su amor, su capacidad de reconocer a Jesús. Por eso no entendía por qué se le confiaba a él la misión de conducir la Iglesia, y preguntaba: ¿Qué hay de este? Jesús respondió ¿Qué te importa a ti? Así nos invita a dejar de lado las vanidades, las comparaciones, las necesidades de reconocimiento. Se trata de servir con la propia misión. El discípulo amado recibió una misión que no tiene que ver con el poder, sino con la verdad que permanece. Él nos dejó su enseñanza y su testimonio en el cuarto evangelio. Ojalá cada uno de nosotros se preocupara más por dar testimonio de Jesús que por las vanidades y deseos de ser más que otros.
Mañana la Iglesia celebra la Solemnidad de Pentecostés y el día de la Acción Católica y Apostolado Seglar, bajo el lema “Discípulos misioneros de Cristo, Iglesia en el mundo”.La Jornada nos invita a sembrar la Palabra de Dios para ser promotores del diálogo en la sociedad y constructores de la civilización del Amor. De esta manera, podremos transmitir los valores y actitudes que contribuyan a construir un mundo más justo y fraterno.
Pentecostés es la fiesta de la transformación. El viento y el fuego provocan la transformación de los discípulos. La fuerza del Espíritu es imparable. Hoy quiere vivir, quedarse, actuar con nosotros. Quizá debemos comenzar desde el principio otra vez. Estar, como los discípulos, reunidos en comunión, para que se pueda dar el acontecimiento de Pentecostés. Reunidos en comunión para recibir la paz del Señor. En comunión también para manifestar la alegría profunda de nuestros corazones
La paz, los dones, la fuerza del Espíritu…, los recibimos para que se conviertan en nuestra labor. Manifestaremos así la diversidad de los dones recibidos y la tarea común de todos los bautizados. Seremos diversos y viviremos en comunión. Nos convertiremos en comunidad misionera. Todo en la alegría de la fiesta, porque Jesús no nos reprocha nuestras muchas limitaciones, sino que nos regala ánimo, fuerza, ilusión. La tarea que nos brinda es grande. La llevamos a cabo con la fuerza del Espíritu. Nosotros solos podemos hacer muy poco. Nuestra comunión es unión al Espíritu Santo y a los hermanos.
Estamos dentro del mes de mayo. Que María nos alcance las gracias necesarias.
Madre
Auxiliadora
Reina
Inmaculada
Admirable
“María es madre de Dios para alcanzarlo todo, y madre de los hombres para concederlo todo”.

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