31 mayo 2018. La Visitación de la Virgen María – Puntos de oración


En este año jubilar del P. Morales, la celebración de la Visitación de la Virgen, comienzo de la campaña más característica de los cruzados y el Movimiento, es sin duda una fiesta de familia entrañable y comprometedora.
Vemos una vez más a la Virgen silenciosa y adoradora del misterio del Verbo encarnado en sus entrañas purísimas, ascender a la montaña. También la escalada de la santidad a la que nos empuja el Espíritu Santo, que nos habita y moviliza, se hace posible en compañía y con la presencia cercana, aunque silenciosa de la Virgen. Todo es posible con su dulce nombre en el corazón.
Contemplamos una vez más a santa María de la alabanza, virgen poeta de la grandeza de Dios, que en ella ha hecho maravillas. También nosotros, cada uno de nosotros, podemos cantar y agradecer a Dios el misterio de su predilección: Misterio de amor incomprensible e inmerecido por el que cada uno hemos sido elegidos (¿por qué yo y no otro?) para vivir, para conocer y amarle con el amor de Jesús en mí. Esto solo basta para muchos ratos de oración.
Miramos a la mujer humilde que sirve en las faenas de la casa, que ayuda a una prima mayor, que se hace a la nueva aldea, Ain Karim, como una más. Así de amable y servicial es nuestra Señora y Reina, santa María. Ante este modelo, nos comprometemos a vivir los pequeños detalles de la campaña de la Visitación como ofrenda a la Virgen para la salvación de la juventud del mundo, para que las actividades de la Milicia y el Movimiento en este verano sean provechosas y fecundas abriendo, como decía el Padre, rutas de santidad laical.

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