18 octubre 2018. San Lucas evangelista – Puntos de oración


En este día de san Lucas, la Iglesia nos propone meditar acerca de la misión. Todas las lecturas de hoy hablan de la misión. Pero la Sagrada Escritura dice muchas cosas acerca de la misión, hay invitaciones a la misión, hay indicaciones acerca de su necesidad, advertencia de las dificultades, etc. La perspectiva común de las lecturas de hoy es que nos hablan del misionero, de cómo es el misionero en la misión. La suave voz del Espíritu nos llega hasta hoy para decirnos: “Escucha, sé un misionero según mi inspiración”.
¿Y cómo es un misionero? El misionero es quien proclama la gloria del reinado de Dios. Que lo bendice, que le da gracias, que explica las hazañas del señor. Quizá la mejor forma de hacer oración hoy es soñar con el Espíritu ese modelo de misionero. Y hacerlo a través del salmo. Un salmo vibrante, entusiasmante. La oración es tratar de amistad con Dios. Y los amigos comparten su vida, sus intereses. Entusiasmarse con el entusiasmo que el Espíritu muestra en el salmo para que así, su entusiasmo transforme nuestro corazón.
Al Espíritu también le gustan las cosas pequeñas. Como pequeñas son las cosas que componen la vida del gran misionero de la Iglesia primitiva: san Pablo. ¿Acaso son superfluos el abrigo y los libros? Hagamos hoy oración con ellos. ¿Qué tendrían para ser dignos de aparecer en la Sagrada Escritura? Probablemente nada, pero el Espíritu quiso colmar de gracia esas pobres e inertes criaturas y hacerlas perdurar por los siglos en el anuncio de la buena nueva. ¿No es acaso nuestra vida como ese abrigo, como esos libros? Es pequeña, rutinaria, invisible desde la gran perspectiva de la historia, pero Dios no va a dejar que pase de largo y ha querido unirla de modo indisoluble a la historia de la salvación.
¿Y qué decir de las traiciones y decepciones que nos cuenta Pablo? ¡Ese es el modelo de misionero que nos presenta el Espíritu hoy! El misionero escaldado. No es siempre, ni la mayoría de las veces. Pero si somos misioneros no podremos evitar las situaciones en que nos sentiremos a veces así. ¿Cómo se sentiría Lucas al lado de un Pablo aislado, al lado del derrotado? ¡Qué derrota que le llevó a tal victoria! Porque en ese momento permaneció al lado del Apóstol, a él se le concedió el privilegio de ser Evangelista.

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