“La oración no consiste en pensar
mucho, sino en amar mucho”
Escribo estas ideas en la festividad
de Santa Teresa de Jesús. Hoy celebramos la fiesta de San Pedro de
Alcántara, contemporáneos. Un día vio pasar por su puesta unos
franciscanos con los pies descalzos y sin permiso alguno –tenía solo diecinueve
años– marchó tras ellos y pidió ser recibido en el convento como religioso.
Llamó siempre la atención ya que la gracia de Dios le asistió de un modo
especial. Dicen que a los siete años ya gozaba de la contemplación más
exquisita. Durante su tiempo de estudiante los compañeros cambiaban de
conversación si no era lo suficientemente pura cuando veían venir a Pedro, y
decían:“Callad que viene el de Alcántara”. En el noviciado fue todo un
modelo. Toda penitencia para su cuerpo y suavidad para los demás; escribió la
gran Doctora Santa Teresa de Jesús: “Después de muerto… díjome la primera vez
que me apareció que ¡bienaventurada penitencia, que tanto premio había merecido!
Y otras muchas cosas. Un año antes que muriese me apareció estando ausente, y
supe que había de morir y se lo avisé, entando algunas leguas de aquí. Cuando
expiró, me apreció, y dijo como que iba a descansar. Yo no le creí; y dijelo a
algunas personas, y desde ocho o diez días vino la nueva como era muerto,
o comenzando a vivir, por mejor decir…”
Dichoso el pueblo que el Señor se
escogió como heredad.
Yo estoy en la viña del Señor, Él me
ha escogido. Yo valgo más que esos pajarillos
Ser hipócrita es representar un
papel, llevar una máscara, aparentar lo que no somos. Algunos fariseos vivían
simulando y aparentando porque necesitaban la alabanza de los demás. Era una
gloria vacía de contenido, porque en el secreto del corazón sólo había egoísmo,
vanidad, intereses mezquinos. Jesús advierte que eso finalmente saldrá a la
luz, que la verdad no puede permanecer oculta por mucho tiempo, que no podremos
engañar a los demás para siempre. Nos pide que no caigamos en esa trampa, ni
siquiera por miedo o para evitar persecuciones. Si nos entregamos con
honestidad y generosidad, Él se ocupará de cuidarnos, porque Él no olvida ni
siquiera a los pájaros del campo. No caigamos en la indignidad de ocultar la
realidad detrás de apariencias, porque nosotros valemos “más que muchos
pajarillos”.
“Cruz descanso sabroso de mi vida,
Vos seáis la bienvenida. En la Cruz está la vida, y el consuelo y ella sola es
el camino para el cielo”. (Santa Teresa)
Te brindo esta reflexión de Miguel de
Unamuno en el mes del Rosario y nos unimos al Papa que ha pedido en este mes
recemos con devoción el Rosario por el fruto del sínodo dedicado a los jóvenes:
“Perdí la Fe pensando mucho el Credo
y tratando de racionalizar los misterios… hoy, a medida que más pienso, más
claros se aparecen los dogmas y su armonía… La oración es la única fuente de la
posible comprensión del Misterio. ¡EL ROSARIO! ¡ADMIRABLE CREACIÓN! REZAR
MEDITANDO LOS MISTERIOS MEDITARLOS DE RODILLAS Y REZANDO; ESTE ES EL CAMINO”.
(Miguel de Unamuno, Diario íntimo)