24 enero 2019. Jueves de la II semana del T. Ordinario – San Francisco de Sales– Puntos de oración


1. San Francisco de Sales. Ejemplo de dulzura y misericordia
En 1877 fue declarado Doctor de la Iglesia, y el Papa Pío XI le nombró patrono de los periodistas. Cuando san Francisco murió, un sacerdote llamado Vicente de Paul vivía en París. El santo obispo le había confiado el cuidado del primer convento de la Visitación. San Vicente dijo de san Francisco: «El siervo de Dios se conformaba de tal modo al molde que Dios le había fijado, que muchas veces me pregunté admirado cómo una criatura podía alcanzar tan alto grado de perfección, dada la fragilidad de nuestra naturaleza... Meditando sus palabras me he sentido tan lleno de admiración, que creo que Francisco de Sales es el hombre que ha reproducido más fielmente sobre la tierra el amor del Hijo de Dios». Algunas personas, considerando que el santo era demasiado indulgente con los pecadores, se lo dijeron francamente cierta vez. El obispo respondió: «Si existiera una virtud más alta que la bondad, Dios nos la habría enseñado. Pues bien, a nada nos exhortó tanto Jesucristo como a ser mansos y humildes de corazón. ¿Por qué os oponéis a que obedezca al mandato de mi Señor? ¿Quién mejor que Dios puede indicarnos el camino en este punto?» La ternura de san Francisco se mostraba especialmente con los apóstatas y los pecadores. Cuando esos pródigos volvían a la casa paterna, el santo les acogía con la bondad de un padre, diciéndoles: «Dios y yo estamos dispuestos a ayudaros. Todo lo que os pido es que no desesperéis; del resto yo me encargo». Su solicitud por ellos se extendía también a sus dificultades materiales, y les abría su bolsa tan ampliamente como su corazón. Como algunos murmurasen de que eso alentaba a los pecadores en sus malos hábitos, el santo respondió: «¿No forman acaso parte de mi grey? ¿O acaso el Señor no derramó su sangre por ellos? Estos lobos se transformarán en mansos corderos y un día valdrán más ante los ojos de Dios que todos nosotros. Si Dios no hubiese usado de misericordia con Saulo, san Pablo no hubiera existido».
2. Epístola: Hermanos: Jesús puede salvar en forma definitiva a los que se acercan a Dios por su intermedio, ya que vive eternamente para interceder por ellos. Él es el Sumo Sacerdote que necesitábamos: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado por encima del cielo. (Heb 7, 25)
¡Qué lectura tan consoladora! En Cristo tenemos TODO lo que necesitamos; no le demos vueltas, no perdamos el tiempo en otras búsquedas, ÉL es nuestro SALVADOR DEFINITIVO, ayer, mañana, HOY.
3. Salmo 40 “En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: yo amo, Dios mío tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”.
Bien clarito lo tenemos escrito, en la Ley, sólo falta escribirlo en mi corazón; del dicho al hecho, ningún trecho, tu corazón mi Dios en mi corazón. Fuera dobles vidas, incoherencias, tú y yo= TÚ.
4. Evangelio: Mc 3: “Porque como curaba a muchos todos los que padecían algún mal se arrojaban sobre Él para tocarlo”.
¿Y yo a qué espero para arrojarme a Ti? ¿Y cuántas, Hermosura Soberana, ¡mañana le abriremos – respondía- para lo mismo responder mañana? Hoy, Señor, quiero estar contigo en el Paraíso, en tu Reino, que es vivir tus mandamientos, tu ley, tu corazón.
La Virgen de Fátima peregrina a Panamá para estar con los jóvenes; peregrina a mi corazón para que lata al ritmo del Amor de los Amores.

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