20 mayo 2019. Lunes de la V semana de Pascua – Puntos de oración


Espero que te ayuden estas palabras que te pongo a continuación para llevar a cabo con fruto este rato de oración. Sería bueno, si es posible, que realices tu rato de oración delante de Cristo en la Eucaristía. Si no es posible porque no cuentas con esta posibilidad, dedícale este tiempo al Señor en la soledad acompañada por Él.
Empezamos nuestra oración invocando al Espíritu Santo: “Ven Espíritu Divino e infunde en nuestros corazones el fuego de tu amor”.
Las lecturas que nos ofrece en este día la Iglesia evocan la confianza en Dios. Nos llevan a preguntarnos, ¿confías en Dios?, ¡sí claro! …, pero ¿realmente confías en Dios?; mira en tu interior, en tu corazón y hazte estas preguntas en la presencia de Jesús Eucaristía. ¿Señor confío en ti?
Pablo y Bernabé a causa de predicar la palabra de Dios son perseguidos y les quieren matar. Sabiéndolo, se alejan y se van a otro lugar. Allí sanan a un hombre cojo de nacimiento y el hombre es sanado porque tenía mucha fe, y por eso Pablo le dice ¡levántate! Pablo y Bernabé fueron instrumentos del Señor. El hombre cojo de nacimiento tenía una fe capaz de curarlo.
¿Qué es la fe? La fe es la confianza en el Señor. Es la confianza en Dios la que sana a este hombre. Le sana de un mal arraigado en su cuerpo desde siempre. Con esto se nos muestra que hasta la herida más profunda de nuestro corazón Dios puede sanarla, sólo Dios. Dios tiene sed de nosotros, nos viene a buscar, nos viene a sanar. Tiene sed de nosotros, como nos dijo en la cruz: “tengo sed”. Está deseando llegar hasta el fondo de nuestro ser para derramarse por entero en misericordia. Y tú, ¿confías en Dios?, ¿le dejas entrar?
En el Evangelio se nos habla también de la confianza en el Señor. “El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él … “El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. ¡Qué promesa más atrayente! Jesús te está diciendo: ámame, si deseas amarme, el Padre y yo vendremos y haremos morada en ti, me revelaré a ti desde tu interior y te daré la gracia de enamorarte de mí.
En este mes de mayo, mes de la Santísima Virgen, nuestra madre, le pedimos a ella que interceda por nosotros para que podamos amar cada día más al Señor.

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