7 mayo 2019. Martes de la III semana de Pascua – Puntos de oración


Toda esta semana estaremos ponderando el discurso sobre el Pan de Vida, la Eucaristía. Creo que puede ser una magnífica oportunidad, para leerlo, orarlo, y ponderarlo en profundidad.
La Eucaristía es una maravilla de amor por tres razones:
1. Por lo que en ella se nos da.
2. Por el modo en que se nos da.
3. Por la generosidad con la que se nos da.
1. Por lo que en ella se nos da:
Grande fue el amor que mostró Dios al mundo, al darnos para nuestro remedio, lo más precioso que tenía, a su propio Hijo..., pero aun mayor fue la donación del Hijo, pues Él se nos dio a Sí mismo y a su propio cuerpo. Y esta donación la hizo en la misma noche de su Pasión, es decir, cuando los hombres le buscaban para darle muerte…
2. Por el modo en que se nos da:
Se quiso quedar con nosotros, bajo las especies de pan y vino… ¿Por qué lo hizo así?
Primero para unirse con nosotros, no solo de una forma espiritual como Dios, sino también corporalmente en cuanto Hombre, y esto con la mayor unión que podría darse, pues no hay mayor unión, que la que se da en la persona humana con la comida y la bebida…
3. Por la generosidad con la que se nos da:
Pues no contento con darnos su cuerpo y su sangre, bajo el signo del pan y del vino, quiso dar autoridad sobre su cuerpo y su sangre, no a los ángeles del cielo, ni a su Madre Santísima, sino a los Apóstoles y a los que les sucediesen en la dignidad sacerdotal...; y no limito esta potestad a cierto número de personas o lugares o tiempos determinados…
La pregunta que debemos hacernos en nuestra oración de hoy sería: ¿Qué pide de nosotros un amor tan excelso...? Creo que nos hemos de mover a corresponder a este amor como se merece, a venerar con profundo respeto tan alto Sacramento, y de este modo recibirle con una fe viva, un alma pura, y un corazón limpio. Pidamos que así sea…

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