Un año
más celebramos la Epifanía del Señor, y en esta ocasión quisiera
comenzar nuestra oración con unas palabras de la Beata Isabel de la Trinidad a
modo de introducción:
"Oh Verbo eterno!, Palabra de mi Dios, quiero pasar mi vida escuchándote,
quiero hacerme toda docilidad para aprender todo de Vos. Luego, a través de
todas las noches, todos los vacíos, todas las impotencias, quiero
estar siempre pendiente de Vos y permanecer bajo vuestra gran
Luz"(Elevación a la Santísima Trinidad, 21 Noviembre 1904).
Una vez hecha, como nuestra, esta oración, ¿qué os parece si dividimos el pasaje del evangelio de este día en
dos partes siguiendo los cambios de lugar por los que atraviesan los Magos:
Presencia en Jerusalén (Mt.2,1-6) y llegada a Belén (Mt.
2,7-12).
A) Presencia en Jerusalén (Mt. 2,1-6):
Es lógico que los Magos se presentaran en Jerusalén para recabar información de
ese Rey de los Judíos que había nacido. Nosotros buscamos siempre apoyados en
la razón, y con la razón encontramos lo que buscamos... Esto es lo propio del
ser humano, razonar, y razonando encontrar... Utilicemos la razón con sus
razones, para tratar de encontrarnos y de encontrar.., al que nos encontró
primero...
Pero la razón puede ser engañada.., manipulada.., deformada.., por nosotros o
por los demás, pues no siempre se busca ni se informa para que encontremos la
verdad...
A los Magos se les facilita un camino.., pero al mismo tiempo se les sonsaca
una información privilegiada... "¿Qué tiempo hace que ha aparecido
la estrella?" De nuevo la razón y sus razones en la noche de la
Fe...
B) Llegada a
Belén (Mt. 2,7-12).
"Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y de pronto la
estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse
encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella,se llenaron de
inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y
cayendo de rodillas, lo adoraron: después, abriendo sus cofres, le ofrecieron
regalos: oro, incienso y mirra."
Los
magos se ponen de nuevo en camino apoyados en razones humanas.., pero
estas se desvanecen en cuanto aparece de nuevo la estrella... ¡Es curioso que
esta estrella no sea visible en Jerusalén.., y que vuelva a aparecérseles en la
medida que se alejan de la ciudad, donde han encontrado las razones para seguir
caminando...!
Bien
podríamos decir que el camino de estos hombres es un camino lleno de
dificultades... Pudo empezar por motivos de curiosidad, ciertamente..;
pero enseguida la curiosidad se transformará en un deseo de búsqueda y de
descubrimiento.., que se concreta en una sola pregunta, la cual no temen
repetir una y otra vez: ¿Dónde está el Rey de los Judíos..? La
pregunta se la hacen al Rey Herodes.., se la hacen a la ciudad de Jerusalén...
Y quienes responden son los expertos, los sumos sacerdotes y los escribas..,
pero en último término responde la Palabra de Dios: "Y tú. Belén,
tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las ciudades de Judá; Pues
de ti saldrá un jefe que será el pastor de mi pueblo Israel”. El texto
profético sale a su encuentro, la Palabra de Dios se convierte en luz para su
camino...
"...la
estrella que había visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse
encima de donde estaba el niño." ¡Es
curioso que los que viven en Belén o en los alrededores de la casa en la que se
encuentra Jesús no se percaten de aquella señal...!
No estaremos muy lejos de la realidad, al orar hoy el hecho, de que los
Magos han realizado un camino de fe:
1. Al
comienzo de todo camino de fe siempre encontramos una señal..., que nos llama a
salir, a dejar, a ponernos en marcha.
2. Pero
esta primera llamada a caminar no es suficiente, se necesita tiempo para
buscar...
3. En
ese tiempo se plantean preguntas significativas que dan sentido a nuestra
búsqueda..., y así nos acercan a un encuentro...
4. Un
encuentro con la Palabra de Dios, en primer término, y un encuentro con el
mismo Jesucristo que la encarna...
Todo camino de Fe sigue unos pasos: Una señal.., una salida.., un
tiempo.., unas preguntas y un encuentro...
Termino
nuestra oración de hoy con un comentario de S. Pedro Crisólogo:
"Hoy el mago encuentra llorando en la cuna a aquél que, resplandeciente,
buscaba en las estrellas... Hoy el mago discierne con profundo asombro lo que
allí contempla: ¡El Cielo en la tierra, la tierra en el Cielo; el hombre en
Dios, y Dios en el hombre; y a aquel que no puede ser encerrado en todo el
universo incluido en un cuerpo de niño! Y, viendo cree y no duda; y lo proclama
con sus dones místicos: el incienso para Dios, el oro para el Rey, y la mirra
para el que morirá." (Sermón, 160).
¡Feliz y
santo día de Reyes...!