Queridos
hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama
ha nacido de Dios y conoce a Di Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios
es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al
mundo a su Hijo único, para que vivamos por me de él. En esto consiste el amor:
no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a
su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.
Salmo responsorial (Sal 71, 1-2. 3-4ab. 7-8)
R. Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.
R. Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor.
Dios mío, confía tu juicio al rey, tu
justicia al hijo de reyes,
para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
para que rija a tu pueblo con justicia, a tus humildes con rectitud. R.
Que los montes traigan paz, y los
collados justicia;
que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R.
que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos del pobre. R.
Que en sus días florezca la justicia y
la paz hasta que falte la luna;
que domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra. R.
que domine de mar a mar, el Gran Río al confín de la tierra. R.
Lectura del
santo evangelio según San Marcos (6, 34-44)
En aquel
tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como
ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se
acercaron sus discípulos a decirle: - «Estamos en despoblado, y ya es muy
tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren
de comer.» Él les replicó: - «Dadles vosotros de comer.» Ellos le preguntaron:
- «¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?» Él
les dijo: - «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.» Cuando lo averiguaron le
dijeron: - «Cinco, y dos peces.» Él les mandó que hicieran recostarse a la
gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de
cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo,
pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que
se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se
saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron
eran cinco mil hombres.