18 marzo 2020. Miércoles de la III semana de Cuaresma – San Cirilo de Jerusalén – Puntos de oración


“A Dios que concede el hablar y el escuchar le pido hablar de tal manera que el que escucha llegue a ser mejor y escuchar de tal manera que no caiga en la tristeza el que habla”
¡Feliz Cuarentesma! Estamos viviendo la cuaresma como la vivió el Señor: recluido, solo y seguramente con pocas facilidades. Sin embargo, son días para cuida la oración y la relación con él y los demás. Moisés transmitió leyes y decretos al pueblo, leyes y decretos justos, emanados de Dios, que admiraban incluso los de otras naciones. Sin embargo, llega Jesús y desbarata nuestros planes. Los hombres que conocían a Yavhé ya pensaban que era bueno, pero pensar que se revelará haciéndose hombre era impensable. Dios ha llevado a la plenitud su obra haciéndose hombre, por eso dice que “él viene a dar plenitud”, porque Él mismo es la plenitud. Ya lo advertimos cuando leemos en el Nuevo Testamento: “Muchas veces habló Dios por medio de los profetas, pero en la plenitud de los tiempos, habló por el Hijo”.
Nosotros no solamente estamos llamados a cumplir la ley, sino a vivirla en plenitud con Aquel que da plenitud. Conclusión por tanto de estas lecturas: vivir según Dios, configurándonos con Cristo. Vivir con y como Jesucristo es sobrepasar toda filosofía de vida y toda justicia humana posible. Desde el pequeño detalle (como dice el Evangelio) hasta lo más grande. Desde una cuarentena en casa, con posibles broncas, aburrimientos y miserias, hasta el martirio. Para que, siguiéndole en la pena, le sigamos también en la gloria. A eso nos preparamos, a la Cruz que engendra Resurrección. ¿Cuántos frutos pueden tener estos días?
Feliz oración. Feliz Cuarentesma.

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