1 enero 2021, viernes Octava de Navidad. Santa María, Madre de Dios. Puntos de oración

Para comenzar nuestra oración nos ponemos en la presencia del señor, le pedimos luz al Espíritu Santo para que nos ilumine y nos acompañe en estén rato de oración. Y también que nos guía durante este año nuevo que comenzamos hoy. 

Hoy os propongo dos temas para la oración extraídos de las lecturas de hoy: las bendiciones de Dios y Santa María, Madre que acoge.  

En la primera lectura y el salmo me ha sorprendido la cantidad de veces que aparece la palabra bendición o bien alguno de sus derivados. A veces aparecen como promesas de Dios y otras como peticiones, pero siempre dirigidas de Dios a nosotros. Y es que Dios nos bendice día a día y de muchas maneras. Dios recibe nuestras peticiones de bendición y las cumple. Y además en esta época del año celebramos la mayor de las bendiciones, que es el nacimiento de Jesús. Como dice San Pablo en la segunda lectura: «Como sois hijos, Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo» Hemos recibido en nuestros corazones al mismo Dios hecho hombre y día a día Dios busca cualquier oportunidad para bendecirnos porque somos hijos suyos. Simplemente os invito a caer en la cuenta de que somos hijos bendecidos por un Padre que nos ama sin medida y que esta Navidad se ha hecho pequeño para entrar en nuestros corazones. 

Hoy celebramos la fiesta de Santa María, Madre de Dios. El evangelio nos narra un pasaje en el portal de Belén en que menciona muy brevemente a María. Sin embargo, describe uno de los rasgos bonitos de María y que es también muy de madre: «conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.» La Madre de Dios y también madre nuestra, nos da un bello ejemplo de cómo vivir, afrontar las situaciones más excepcionales y también las más cotidianas, meditándolas en el corazón. Y es que, Dios se hace presente en nuestros corazones y es allí justo donde María medita y guarda toda su vida, en lo profundo e íntimo de su corazón. María, como buena madre, nos enseña donde encontrar a su hijo, en su corazón y también en el de cada uno de nosotros. 

Y para terminar este momento de oración, os invito como siempre ha compartir unos minutos finales de coloquio con nuestra madre la Virgen. En un día tan especial como hoy, fiesta de la Virgen y día de año nuevo, tened un pequeño detalle con ella antes de acabar la oración.

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