26 enero 2021, martes de la 3ª semana de Tiempo Ordinario. San Timoteo y san Tito. Puntos de oración

Espíritu Santo…, ven. 

Santa María, intercede…

(Breve momento de silencio para entrar en la presencia de Dios, que esperaba ardientemente este encuentro conmigo).

«¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?» Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

El Hijo permanece en íntima unión con el Padre, con el Espíritu Santo. Jesús es Hijo. Y sólo desde filiación se entiende su vida. Todo en su vida está orientado al Padre.

¿Qué significa comenzar a ser cristiano? Haber sido rescatado por el Bautismo, consagrado para Dios, elegido del mundo, para sin ser del mundo, vivir en el mundo. Somos hijos en el Hijo. Nuevas criaturas. «Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre».

Contemplar la vida de Cristo nos pone en relación con el Padre, nos remite a Él. Comenzar a ser cristiano significa empezar a vivir la vida como hijo, como hermano…, y llegar a ser padre/madre. Y ser hijo, es vivir en confianza, en los brazos de su padre. No hay espacio para el miedo ni la angustia donde hay amor.

Últimos minutos para un coloquio con la Virgen. Ella es la hija en el Hijo, siendo su Madre, siendo nuestra madre, misterio de fe: recoger lo que ha sucedido en esta oración, qué me ha comunicado el Señor, cómo se me ha mostrado, o quizá dónde me esperaba y yo le he evitado. Reconocer su acción, e identificar mi respuesta. 

Acabar dando gracias… No cansarse nunca de estar empezando siempre, es creer que Dios es Padre, y nosotros sus hijos.

Archivo del blog