Empezamos la oración ofreciendo
al Señor nuestras intenciones, acciones y operaciones para que sean puramente
ordenadas al servicio y alabanza de Su divina majestad.
Las lecturas que nos ofrece la
liturgia de hoy son especialmente bellas. Con la carta a los Hebreos ya
podríamos hacer la oración entera. “Recordad aquellos días primeros, en
los que, recién iluminados, soportasteis múltiples combates y sufrimientos” …
Es una invitación a recordar el paso de Dios en nuestra vida, quizá los
primeros momentos de nuestra conversión, el fuego del amor primero que nos hizo
hacer locuras por Cristo. Este “pasar por el corazón” nos puede ayudar a
reavivar nuestra fe en nuestra situación actual. “Compartisteis el
sufrimiento de los encarcelados, aceptasteis con alegría que os confiscaran los
bienes, sabiendo que teníais bienes mejores y permanentes” … Madre
Teresa de Calcuta decía que mientras menos se tiene más se puede dar, es la
lógica del amor, el ganar perdiendo… seguro más de una vez lo hemos
experimentado. Llevemos las palabras de San Pablo al momento histórico que nos
toca vivir. Qué importante es ser solidario con los que sufren, sobre todo
ahora, por la pandemia. “No renunciéis, pues, a vuestra valentía, que
tendrá una gran recompensa” … Con el corazón puesto en el cielo hemos
de lanzarnos a hacer el bien. Pidamos al Señor nos inflame el corazón como a
los primeros cristianos para jamás renunciar a nuestra misión. “Pero
nosotros no somos gente que se arredra para su perdición, sino hombres de fe
para salvar el alma” ... No cansarse nunca de estar empezando siempre,
a pesar de las caídas, sino que, mirando la infinita Misericordia de Dios y no
nuestras miserias, no nos arredremos ante nada y salvemos el alma.
Y si aún nos tiempo de pasar por el Evangelio, podremos descubrir una maravillosa enseñanza. “… la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo” … Es el tesoro que guarda, por el bautismo, el laico militante, por el estudio y el trabajo ofrecido… sin que él sepa cómo, va construyendo el Reino de Dios, sin ruido, en lo oculto. Es una vocación maravillosa. Pidámosle a la Virgen la gracia de descubrir ese tesoro en nuestra vida.